8.8.07

La ninfa oscura

Cuando la pluma cayo sin vida de mis inertes manos comprendi, sin mas remedio que aceptarlo, que su belleza me habia robado el alma. Su cuerpo, tallado en marmol blanco lustrado y con obsidiana que caia sobre su frente y espalda finamente, como las primeras gotas de lluvia en primavera. Una sobervia talla de curvas inimaginablemente perfectas. Quieto, asi me quede. Se suponia que aqui no tenia que enamorarme.

Se giro cuando yo entraba en un claro por el que discurria uno de los afluentes del Arroyo Cristalino. Cuatro grandes arboles formaban un semicirculo circundados por arbustos con flores blancas, que parecian copos de nieve. A los pies de cada arbol nacian flores Carmin que se mecian con esta suave brisa estival. A su vuelta me disculpe pues en toda su esplendida desnudez estaba tomando un baño.

- Lo siento, no sabia que habia a... a... a... -Ahi fue cuando mi pluma cayo.- ... alguien... aqui...-Ahi fue cuando mi corazon cayo.
- Nada pasa, pues nada tengo que ocultar. Esto es solo lo que soy. Mi virtud y mi sufrido martirio.
- ¿Sufriis por vuestra belleza?
- Sufro por estar apresada a un ser vulgar que anda en mi busca y que seguro al dar conmigo la desmejorara poniendome su bruto puño encima, sellando con dolor moratones y suerte si no cuajerones de sangre.
- Asi que jamas os habria encontrado porque aquello egoista os retiene a la fuerza aprisionando vuestra hermosura.
- Esa es mi desdicha. ¿Podriais ayudarme?

Con el alma mil veces maldita cai en su influjo cosa que jamas me perdonare.

- Os ocultare sime lo pediis.
- ¡Ocultadme!
- Seguidme pues...

Dime un lugar donde nadie jamas te pueda encontrar. Por mucho que busque y muy bien que mire.Yo te dire donde la oculte, donde nadie jamas solo yo puedo entrar. En mis sueños. Y soñe con ella mil y una noches. Y gozaba de su compañia y nos complaciamos con nuestros cuerpos desnudos.

Cuando el la vino a buscar no la encontro. Y rompio mis poesias, rompio mis dibujos. Pero no la encontro. Se marcho como el mar, hecho una furia destruyendo las rocas. Pero yo estaba al borde del acantilado y no tenia miedo del mar desde mi alta torre. Sin embargo no era al mar lo que debia temer aunque su fuerza fuera terrible, era a mi torre, o mejor dicho, a mi laberinto.

Asi, sin darme cuenta cada vez mas me encerraba en el, cada vez mas amenudo dormia. Pero no era la tipica sienta veraniega al pie de un arbol con la señora ardilla correteando arriba y abajo. En esa situacion estoy en paz y soy consciente de mi entorno, pero sumergido en el bienestar. Estos sueños me hacian desfallecer en una negra incorpporiedad, destruyendo el tiempo y el espacio reales para imbuirme de su esplendida compañia. Una sensacion que solo podria ser compparada con el cielo. Y asi pase meses, letargico. Apenas comia, ni escribia, ni dibujaba. Mis hadas me echaban de menos.

Un mediodia Amanda, Raksha y Eva vinieron a despertarme. Me alce con el cuerpo y la mente cansadas del todo. Las oia hablar, pero no sabia bien lo que decian por mi falta de atencion. Decian algo de salir, de luz, de sol, de horas muertas perdidas... Pero mis ojos inchados y rojos solo veian una cosa: su delicado rostro. Pase noctambulo a la sala principal dondi cogi una manzana. La veia con la piel arrugada, mas vieja y demacrada de lo que deberia ser. Oi:

- ¡Antes te gustaban las manzanas! ¿Porque ya no comes manzanas?

Me di cuenta que no era yo el que la habia cogido, era eva la que me la ponia en la mano. Raksha me empujaba hacia delante y Amanda, sentada en mi hambro como tantas veces me aconsejaba.

- Para que el resto si durmiendo me encuentro con ella y con ella el resto de mi vida.- Dije muerto.

Voces sordas resonaban en mi cabeza, ecos de algo que mi mente debia reconocer. Pero en ese momento no reconocia nada. Mi a mis amigas, ni los arboles, ni las flores Carmin que tanto me gustaba oler. Solo oscuridad y ella.

Todo se destruyo cuando me di de bruces contra el agua de un riachuelo. Al alzar la vista lo entendi. A la derecha tenia mi pasion y a la izquierda mis hadas. Ya habia salido de mis sueños y fuera verdad, mentira o magia, me tenia enamorado. El otoño habia llegado y un haz de hojas amarillas y naranjas caian arremolinandose en espiral alrededor de mi figura arrodillada.

- ¡Que dificil es! Que dificil es partirse en dos sin morir. Vine aqui para sentir la soledad y encontre vuestro apoyo y amistad. No sabeis ni la mitad de vuestra importancia. Pero he encontrado el desvelo de mis sueños y el sueño en mis desvelos en el cuerpo y la mente de esa ninfa oscura que reclama mi amor y proteccion de la sombra que acecha y mengua su brillante corazon. ¿Y ahora que hago en el camino cuando te encuentras una bifurcacion sin vuelta atras? Mis cuentos claman a la amistad y la libertad. Pero nunca habia sentido tanto amor y mi bondad exige salvarla. ¿Podria salvarla sin abandonar a mis compañeros?¿ Podria resistir sin amor? Cuanto daño y placer causan el amor, la amistad y el deseo. Asi que solo puedo hacer una cosa...

¿Amistad?...¿Amor?...¿Camino del medio?...¿Huir?...

Una hoja dorada se contoneaba felinamente descendiendo del cielo. Se poso en la palma de mi mano abierta.

Dejarse mecer como una hoja al viento, lo que siempre he hecho y lo que siempre hare.


Valencia, 7-8-07.
Tybalt Lopez

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