Un relato erotico de la inglaterra del S.XVI

-Me siento jodidamente sola.

Habian pasado ya dos años desde que Eric van Fielt se volviera a Flandes a seguir con su negocio, y me dejo aqui tirada. Todo empezo muy bien, un amigo de mi padre nos presento en una de las fiestas del Duque de noseque, era tan apuesto y educado. Su larga melena rubia era fina y suave y siempre estaba acariciando su corto y muy recatada barbita cuando estaba concentrado. Interes que se veia en sus profundos ojos azules. Azul de un oscuro que jamas habia visto asi en toda Inglaterra. En el momento de la presentacion beso mi mano con dulzura. Y me dijo las siguientes encantadoras palabras:

- Si hubiera sabido que en el jardin de Inglaterra nacian tan bellas flores desearia haber venido a conoceros mucho antes...

Me sonroje como si tuviera 13 años. Despues el hablaba sin para de sus negocios con los tejidos haciendo un bucle sin fin con su dedo indice en el pelo. Estaba nervioso. Le gustaba. Y el a mi. u humor era inteligente y sencillo. Evitaba todas las bromas zafias que tanto gustan a otros nobles e importantes comerciantes. Sobretodo a estos ultimos, con sus obesas panzas llenas de cerveza. Y su forma de expresarse y su vocabulario... cada palabra se transformaba en bellaza en sus labios, tan finos y sonrosados como sus sonrosadas mejillas. Y asi salimos a pasear por el jardin. Donde sentados en un banco a la luz de la una me susurro lo impresionado que estaba de mi persona y mi halagos mas que hicieron de su cuerpo y su alma mi mas ardiente deseo. Despues de eso me beso. Cai redida a sus brazos. En eso momento maldito aparecio mi padre. Eso si no estaba espiando. Queria conservar mi viginidad hasta el matrimonio. Destruyendo toda la escena me obligo a entrar dentro con mama y otras cortesanas aburridas mientras el se quedaba charlando.

Al dia siguiente en casa me comento lo buen partido que era. Una joven promesa de los negocios de la seda. Y si me habia gustado. ¡Era mas que evidente! Acostumbrado a esos feos maleducados, que han ganado nombre por haber robado las riquezas a otros, Eric era un angel de dorados cabellos. Y me dijo que ese dia vendria a comer. Una velada que hizo que me enamorara mas aun de el. Y de su fantastico cuerpo moldeado en el arte de la esgrima y la equitacion.

Esa noche no podia hacer otra cosa que pensar en el en mi cuarto a oscuras. Y fantaseando que entraba por mi ventada comence a masturbarme. No era la primera vez que lo habia hecho, pero nunca habia estado tan deseosa de sentir un pene entre mis piernas. El suyo. Y poco a poco la excitacion fue creciendo, y me acariciaba, y introducia mis dedos, y me apretaba las tetas contra el pecho, y me mordia los labios. ¡Dios! Cuanto llegue a desearle... y cuanto le deseo aun ahora. Cuando llegue al climax senti como escapaba del mundo. Senti casi como si lo tuviera a mi lado.

Pasaron tres semanas y contraimos matrimonio. Tres semanas masturbandome todos los dias pensando en el. Y en como seria tenerle entre mis piernas empujando. Haciendome subir al cielo de donde el viene. Alguna vez en la intimidad de mi jardin se lo confese entre risitas infantiles de estupidez pura. El se mordio los labios y delato que en ese mismo momento me cogeria y me tiraria al cesped y me haria el amor como jamas me lo volverian a hacer. Pero sabia que tras esa ventana entornada estaba espiando mi madre. Y me conto que el tambien se marturbaba pensando en mi, lo que me hizo tener mas ganas aun de que se derrumbase esa casa al instante matando al interesado de mi padre y la cotilla cotorra de mi madre y tirarnos a fornicar como animales en medio del jardin.

Y llego la noche de bodas. El habia comprado una pequeña pero preciosa casa en el condado de Sussex que lindaba con un verde bosque porque el que pasaba un riachuelo. Y asi al oir el sonido de la puerta al cerrarse ya estabamos medio desnudos con las bocas unidas. Alli jugueteaban nuestras lenguas contandonos las promiscuas acciones que ibamos a llevar a cabo minutos despues. Jamas habia sentido tanta pasion. Era una fuego que me quemaba la boca. El pecho. La entrepierna. Acaricio y lamio mis senos con lascivia mientras arrancaba el resto de mi vestido. Tenia la vista fija en el techo, disfrutando como una maniaca con cada roce de su piel. Jamas habia tenido tanto calor con tan poca ropa. Tirandole hacia atras le quite la ropa interior descubriendo que no solo mis pezones estaban duros. Jamas lo habia hecho y no se porque lo hice pero me meti su falo en mi boca y comence a chuparlo. Solto un breve gemido. Le gusto, asi que continue haciendolo. Lamia con fervor, pero a la vez se me ocurrio la idea de lo ridiculo de la situacion y lo pervertida que se me consideraria si me vieran hacer esto asi. Pensamientos que desterre muy pronto, con otro gemido de placer. A el le gustaba, pues a mi me gustaba mas verlo asi. Derretirse en mi boca y en mis manos. Y pasado un rato eso fue lo que ocurrio. Tenia la mano pringosa y algo de su liquido blanco en mi pecho. El yacia en el suelo colmado de placer. Me ofrecio su pañuelo.

Tras limpiarme beso mis labios y me empujo hacia atras cayendo sobre mi en el suelo. Alli metio su pene erecto. La primera embestida dolio mas de lo que creia, pero unos minutos mas tarde todo dolor se habia desvanecido y mi cuerpo se estremecia ante una oleada de nuevas sensaciones. Y al fin lo tenia donde tanto tiempo lo habia ansiado. Follandome como una bestia. Llevandome al extasis. Le besaba y le mordia. Le acariciaba y le arañaba. Era furia y paz. ¡Cuanto placer es capaz de sentir una mujer! y mas si es acompañada por un buen (1ª definicion)hombre. Y cada segundo que pasaba cada vez mas cerca estaba del cielo, y el me sujetaba. Cuando ya creia que no podia llegar mas alto tubo un orgasmo. Que al instante fue acompañado por el mio. Ese calambre a lo largo de toda la columna vertebral hace temblar todo tu cuerpo relajandolo. Como despues de tanto fuego cayese en el mar. Con un grito no lo podia expresar mejor. Pero no acabo ahi. A esa exaltacion del pecado se unio otro y despues otro, y otro mas. Mientras el seguia y me acariciaba con ternura. Caimos extenuados. Mi cabeza daba vueltas y me sentia tan debil pero a la vez tan llena de fuerzas y de satisfacion. Fue francamente prodigioso.

Y asi fue mi primera vez. Encima de la alfombra del hall. Con ese hombre que ahora me ha abandonado a la soledad de mi cuarto.

Pero realmente este no era el objetivo de mi historia... yo os queria contar otra cosa que me ha sucedido recientemente, que os hara pensar que Eric es... como lo diria... insuficiente.

Tybalt Lopez
1-7-07
Valencia